Followers.

31 mayo, 2011

Si no tengo historia.


Revolotearía por tu cuarto, y por el miedo a sentirme sola, cantaría en un susurro desesperado por pensar que me podrías estar escuchando.
No dedicaría mi tiempo en mí ni más que mi independencia rutinaria. Me basaría en rebuscar los restos de ti que nunca encontraste. Llenaría las baldosas con tus miedos, y los ladrillos, con tus pasiones. Subiría a tres pisos más este ático, y sin escaleras donde aferrarnos después de la sobriedad, donde acabaríamos borrachos por algo más que el alcohol y ninguna otra medicina no legal.
Mi perdición no tiene receta, al igual que el camino que surcaría al oír tan cerca tu voz, ni del desamparo al quedarme sin sábanas cada noche.
Los ojos ya nos servirían como punto máximo, ya que me va la vida con cualquier latido estrellado sin eco entre las paredes de la habitación. Eso sí, las pintaría de azul y cada noche marcaría tu historia, tu historia y la mía. Todo esto, quizá,  si somos todo lo que somos tú y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario